jueves, 4 de septiembre de 2014

Estoy Convencido

Tus convicciones te identifican como una persona que ama al Señor en los buenos y en los malos momentos.

Sabemos que al morir, es nuestro cuerpo el que enterramos, porque nuestra alma continúa existiendo, y si hemos aceptado a Jesús como nuestro Señor y Salvador, disfrutamos de una nueva vida plena y feliz en el cielo. También sabemos que quienes hemos creído en el Señor resucitaremos con un cuerpo glorificado. Esa es nuestra esperanza. La lógica nos dice otra cosa, pero simplemente debemos confiar en la soberanía de Dios, estar dispuestos a creer y someternos a Su voluntad, la cual está por sobre todas las cosas.


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